Las plantas de clasificación es la base en la que se sustenta la totalidad del proceso de recuperación de materias primas y de residuos valorizables.
El diseño se adapta, en cada caso, a la caracterización del residuo, los sistemas de recogida (selectiva, todo en uno o mixtos), a las necesidades o no de integración socio laboral y a la capacidad de inversión de cada comunidad.
Se orientan a maximizar la recuperación y a facilitar el nulo recurso al vertedero.
Al aprovechar las sinergias del complejo integral de gestión de residuos, son energéticamente auto-suficientes.
Las plantas están diseñadas de forma modular, lo que permite su escalabilidad en el tiempo.